Declaración de objetivos

La alianza internacional pro derechos civiles (ICLA) es una organización de derechos humanos que tiene por objetivo defender la democracia y la libertad tanto en su sentido universal como  individual de cada persona.

Esta alianza efectúa estas actividades a través del apoyo, la coordinación y la promoción de la educación y campañas dirigidas por sus miembros bajo el espíritu del liberalismo clásico. ICLA y sus miembros tienen como objetivo educar al público en general sobre el significado de los derechos inalienables de cada individuo, y cómo estos son sutilmente subrayados o abiertamente desafiados por fuerzas políticas y religiosas.

ICLA y sus miembros tienen por objetivo hacer campaña por uno o más de entre los siguientes objetivos:

(1) Libertad de expresión
Haciendo llamamientos a la protección del derecho de los ciudadanos a la libre expresión, el rechazo de leyes que previenen de su libre ejercicio, y a la introduccion de una legislación similar a la de la primera enmienda de la constitución de los Estados Unidos de América en leyes nacionales e internacionales:

[Organismo Legislador] El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios.

(2) Democracia y estado de derecho
Promover la democracia y el estado de derecho asegurando que todos los ciudadanos sean tratados de igual manera ante la ley, y oponerse a cualquier sistema legal que compita con la ley constitucional, haciendo especial hincapié en cualesquiera de estos sistemas que viole los derechos humanos fundamentales. Esto incluye, aunque no esta limitado a: sistemas legales que discriminen a mujeres, a personas en base a su etnia o religión, y de manera particular cualquier iniciativa que prive a la persona de su derecho de elegir por sí misma las leyes que gobiernen su país.

(3) Libertad de culto
Proteger el derecho de cualquier persona a reformar o abandonar su religión sin obstáculo, miedo ni censura alguna, así como llamar a la modificación de derechos tanto nacionales como internacionales con el objetivo de proporcionar protección relevante a dichas personas. En particular, ICLA tiene por objetivo hacer campaña contra la intimidación o el castigo de reformadores y apóstatas, y en pro del derecho de cada individuo a desafiar autoridades religiosas con respecto a estos temas. Finalmente, ICLA va a apoyar y alentar a reformadores liberales intentando elevar doctrinas tradicionales a niveles modernos de libertades civiles.

(4) Igualdad de derechos para las mujeres
Promover igualdad de derechos tanto para hombres como para mujeres desafiando la discriminación contra las mujeres basada en doctrinas religiosas, o cualquier otra práctica discriminatoria o dañina tradicionalmente considerada “religiosa”. ICLA tiene la firme certeza de que la igualdad de derechos para las mujeres es una piedra angular de la sociedad moderna, y que el afianzamiento de estos derechos es vital para un futuro desarrollo equilibrado de nuestras sociedades.

(5) Igualdad ante la ley
Exigir la igualdad individual ante la ley, tanto en la teoría como en la práctica. Combatir las violaciones de este principio tanto en las teorías de textos legales o religiosos como en su ejecución práctica.

(6) Libertad individual
Apoyar los derechos del individuo y oponerse a medidas que ponen en peligro las normas de libertad individual. Es un concepto fundamental que la libertad pertenece a individuales y no a grupos, y como consecuencia de esto la concesión de privilegios especiales a, o la privación de estos de un determinado grupo se halla en contraposición con este principio. De manera particular, ningún derecho debe ser denegado de un ciudadano debido a su religión, según la ley o la aplicación de la misma.

(7) Combatir movimientos políticos disfrazadas como religión
Desafiar el uso de ideologías religiosas o de status para obtener poder político o para desarrollar actividades subversivas por ejemplo pidiendo que cualquier individual u organización haciendo esto sea recalificada de “religiosa” a “política”, y en base a esto tratada como tal por las autoridades.

(8) El derecho a oponerse a la ley de la Sharía
Combatir cualquier intento tanto abierto como disimulado por parte de líderes u organizaciones islámicas de establecer el sistema legal islámico de la sharía. Hacer campaña para la protección de individuos u organizaciones trabajando para la prevención de la introducción de la sharía en nuestras sociedades. Esto incluye el asegurar que la ley y los tribunales traten de manera limpia y firme casos de amenazas o intimidación contra ciudadanos haciendo esto, porque tales ciudadanos están actuando de acuerdo con el veredicto del 13 de febrero del 2003 de la Corte Europea de Derechos Humanos.

… La corte encontró que la sharía es incompatible con los principios fundamentales de la democracia como propuesta por la Convención. Esta considera que la sharía , la cual refleja de manera fiel los dogmas y leyes divinas establecidas por la religión, es estable e invariable. Principios como el pluralismo en la esfera política o la constante evolución de las libertades públicas no tienen cabida en ella. 

(9) Diálogo entre religiones
Apoyar a individuos y organizaciones a participar en diálogos religiosos útiles y respetuosos, y exponer cualquier intento de fraude en tales diálogos. Esto incluye el pedir expresamente a las partes relevantes tomando parte en el diálogo a ser claras y explícitas en sus argumentos y comunicados, y que cualquier acuerdo establecido sea cumplido con sincero esfuerzo por las dos o más partes. Promover la abolición de dogmas religiosos detrimentes, por ejemplo invitando a organizaciones islámicas a firmar una carta propuesta para el entendimiento musulmán por Sam Solomon.

(10) Cooperación internacional para la protección de la libertad
Apoyar a movimientos populares, a individuales y a otras organizaciones dedicadas a proteger la libertad individual en el ámbito local, nacional y global. Ejercer presión política a gobiernos y organizaciones internacionales para desarrollar una legislación y unos códigos de conducta para prevenir la socavación de estas libertades, así como las violaciones de derechos humanos que serían el resultado inevitable de la destrucción de nuestros derechos civiles.