Yo también soy Tommy Robinson
Tommy Robinson, fundador de la Liga de Defensa Inglesa, es una nueva víctima de la “putrefacción política y judicial” que asola Europa.
El 24 de junio, un tribunal juzgó a Robinson por haber agredido a una persona en Luton durante una manifestación convocada por la Liga de Defensa Inglesa, aunque el acusado siempre ha negado que llegara a producirse la pretendida agresión. El tribunal, que decretó para Robinson libertad bajo fianza impuso, adicionalmente, unas medidas cautelares que atentan contra toda lógica por su desproporción: Prohibición de organizar y asistir a manifestaciones, concentraciones o actos similares; y de enviar artículos, cartas, faxes y mensajes de correo electrónico en los que se publicitase cualquier clase de manifestación o concentración al aire libre. Además, se le obligaba, como a los delincuentes comunes, a personarse todos los sábados al mediodía en la Comisaría de Luton.
El pasado 3 de septiembre, Robinson, hizo acto de presencia en la manifestación convocada por la EDL en Tower Hamlets, por lo que fue inmediatamente detenido y conducido a la prisión de Badford.
Robinson, que como el resto de los componentes de la EDL, jamás ha aventado el odio mediante discursos violentos y siempre ha manifestado su profunda convicción de respetar las leyes de su país, adoptó el 3 de septiembre una decisión difícil, a sabiendas de las consecuencias que de ella se derivarían. Y es que Tommy Robinson, no podía quedar al margen de una protesta en el santuario islamista de Tower Hamlets, donde una ideología tiránica está empezando a socavar las libertades democráticas no sólo de Gran Bretaña, sino también de toda Europa.
A Tommy Robinson, se le ha tratado con mano de hierro. Él y su familia han sido objeto de las amenazas de los seguidores del Profeta. Pero nada de eso importa, ya que la EDL es una “organización de extrema derecha”, según los traficantes de embustes de la prensa y los políticos profesionales embarcados en lo políticamente putrefacto.
En la Unión Europea, Robinson y Wilders, son tratados con ferocidad y definidos como “racistas” y “xenófobos”, pero ¿qué sucede con individuos como Anjem Choudary? ¿No contraviene el orden público de Inglaterra declarar en Tower Hamlets zonas sometidas a la sharía? ¿No viola la ley de cualquier nación civilizada prohibir la libre circulación por las calles de homosexuales… o judíos? ¿Cómo es posible que los incitadores de tales campañas claramente delictivas no hayan respondido por estos delitos ante un tribunal?
Y mientras que el fundador de la EDL debe hacer frente a un nuevo proceso penal, Choudary, sigue con sus prédicas de odio a Occidente, impone la sharía en los barrios que domina, santifica la violencia, proclama su intención de establecer un Estado islámico en Gran Bretaña y se atreve a convertir al islam en plena calle a personas de aspecto “despistado” o a un asustado niño de 11 años. Y además, el mahometano, tiene el cuajo de subir a You Tube los vídeos “conversorios”, para mostrar a la Umma la debilidad de los infieles. Y esto lo hace con la desvergüenza propia de quien se sabe impune, de quien nada teme. Por estas y otras muchas razones, Tommy Robinson, se manifestó el 3 de septiembre en Tower Hamlets, junto a centenares de personas corrientes que no quieren someterse en su propio país a los postulados de una ideología brutal.
España y Libertad.